Las dificultades están siempre. Son parte de la vida.
Y es bueno que así sea, de lo contrario no habría desarrollo. Son desafíos. Nos provocan trabajar, pensar, encontrar formas de superarlas. El mismo esfuerzo es esencial. De manera que aceptarlas siempre como si fueran bendiciones. Sin dificultades, el hombre no habría llegado a ninguna parte.
Si llegan dificultades mayores, eso significa que la existencia nos está buscando, que nos da más desafíos. Y cuantos más solventéis, mayores desafíos nos estarán esperando. Solo en el último momento desaparecen, pero ese último momento llega por las dificultades, de lo contrario jamás se presentaría.
De forma que nunca tomés una dificultad negativamente. Encontra algo positivo en ella. La misma piedra que nos bloquea el paso puede servir como escalón. Si no hubiera una piedra en el camino, jamás ascenderías. Y el mismo proceso de subir, de convertirla en un escalón, nos proporciona una nueva actitud de ser. De modo que en cuanto pensás en la vida de manera creativa, todo se vuelve útil y todo tiene algo que aportaros. Nada carece de sentido.